El fútbol boliviano corre el riesgo de encarar otro complejo paro en el último lustro, periodo en el cual el certamen profesional no se disputó en otras ocasiones por razones extradeportivas y se corre el riesgo de que el Clausura 2022 pueda sufrir una situación similar.

El paro cívico indefinido anunciado en Santa Cruz, puede impedir que se lleve a cabo la fecha 25 programada para este fin de semana.

La última vez que un campeonato oficial sufrió un parón largo fue por la pandemia del COVID-19 en 2020 cuando el mundo se paralizó por esa enfermedad.

Aquella vez, la competición detuvo sus actividades entre marzo y octubres, se reanudó ocho meses después, siendo Bolivia el último país en restablecer su campeonato.

El fútbol boliviano

Antes de eso, se dio otra ‘pausa obligada’ por una convulsión social que derivó más tarde en la salida del entonces presidente Evo Morales en 2019, la que también frenó el desarrollo normal de la competición.

En años anteriores, las pugnas de poder dirigencial en el balompié boliviano y paros del gremio de futbolistas también hicieron que el fútbol suspenda su desarrollo.

Una pulseta entre seis clubes opositores al extinto titular federativo César Salinas y otro grupo de equipos a favor del dirigente se enfrascaron en una pugna que ocasionó otro párate pero no muy extenso.